Nowek

Los Nowek son una tribu indígena de la Tierra Salvaje dirigidos por una mujer guerrera llamada Leesha, los cuales mantienen una rivalidad ancestral con sus rivales, los Locot. Seguramente debido a la poca diversidad genética, los Locot se iban quedando atrás respecto a sus enemigos generación tras generación, de modo que Leesha y los suyos estaban seguros de derrotar finalmente a sus rivales en poco tiempo si no sucedía nada extraordinario que cambiara las tornas de la batalla.

Y esto suceso extraordinario ocurrió, ya que cierto día, apareció en la Tierra Salvaje un extraño ser verde, que acabó con un dinosaurio que acosaba el territorio de los Locot. Estos se llevaron el cadáver del animal caído para alimentar a la aldea, y el misterioso ser les siguió, desde entonces los Locot comenzaron a adorar a este ser como a un dios, pese a que ninguno entendía la lengua del otro ya que ambos tenían lo que querían, los indígenas tenían a un nuevo y poderoso aliado para la guerra y el misterioso extranjero, que no era otro que Hulk, tenía alimento, refugio y respeto.

Con Hulk en sus filas, los Locot podrían conquistar la Tierra Salvaje, esto llevó a Leesha a pedir ayuda a Ka Zar, señor de la Tierra Salvaje que se vio obligado a unir fuerzas con los Nowek para poner fin a la peligrosa alianza, pronto se les unió Lobezno, que supo de la presencia de Hulk en la Tierra Salvaje y decidió vigilarlo para asegurarse que no causaba daño. Tras varias deliberaciones, los aliados urdieron un plan de batalla, mientras los Nowek liderados por Leesha y ayudados por Ka Zar combatirían a los Locot, Lobezno intentaría convencer a Hulk que aquel no era su sitio, y si no lo conseguía, debía derrotarlo en combate.

Con los Nowek luchando a muerte contra los Locot, se produjo la llegada de un dinosaurio gigante, padre de la criatura asesinada por Hulk, dispuesto a vengar la muerte de su cría. El coloso esmeralda comprendió que la única manera de poner fin a la guerra entre las dos tribus era que ambas se unieran para hacer frente común, y permitió que el dinosaurio le derrotara, ambas tribus unieron fuerzas para bombardear al gigantesco saurido con una masiva y mortal lluvia de flechas que acabó con su vida.

Los Nowek y los Locot se unieron en un banquete de celebración en que el menú especial era la carne del dinosaurio caído, parecía que la paz iba a instalarse por fin entre ambas tribus pero los líderes de los dos clanes no estaban dispuestos a permitirlo. De esta forma Leesha, previendo que la tregua solo sería temporal y que nunca tendría una oportunidad mejor que aquel banquete, puso veneno en la comida de sus rivales, lo que no sabía era que la líder del clan rival había pensado lo mismo, envenenando la comida de Leesha y del resto de los Nowek. Sabiendo que iba a morir, Leesha se resignó y se dispuso a disfrutar del último banquete tras lo cual, es de suponer que los Nowek morirían en su totalidad.