Sybil Dorn

Sybil Dorn era miembro de la raza alienígena conocida como la Cofradía, la cual fue creada hace eones por las poderosas entidades cósmicas conocidas como los Celestiales. La Cofradía está dirigida por el Maestre, el ser más perfecto de su raza, cuidándose celosamente su cría y educación, según las costumbres de la Cofradía, al tiempo que un Maestre nacía, debía hacerlo también, y procedente del mismo padre, su hermano, cuyo destino era convertirse en Bufón y compartir la carga con su hermano En cierto momento, Thane Ector fue elegido por su valor y coraje convirtiéndose en Maestre Ector pasando a liderar la Cofradía, en algún momento, Sybil se convirtió en confidente, lugarteniente y amante de Ector. Se ignora cuantos Maestres han existido antes que el actual aunque todos parecen compartir dos cosas, una de ellas su ardor guerrero que llevaba a todos los cofrades a considerar a las demás razas, la otra cosa que Thane Ector compartía con los Maestres anteriores de la Cofradia, era que conocía un terrible secreto que el resto de su raza (ni siquiera Sybil Dorn) a excepción del Bufón, desconocía.

Y es que la Cofradia fue creada por los Celestiales a partir de bacterias alteradas genéticamente, al igual que hicieron antaño con los Desviantes y los Eternos a partir del hombre. Los motivos por los cuales los Celestiales crearon a la Cofradía son desconocidos, tal vez fueron empleados como uno de sus muchos medios para extinguir la vida en los planetas que no consideraban dignos de sobrevivir.

Durante siglos, el nombre de la Cofradía fue temido a lo largo de todo el Universo, ya que eran portadores de la muerte y de la extinción, como heraldos de los Celestiales. Finalmente, hará unos 200.000 años, los Celestiales perdieron, aparentemente, interés por su creación y los dejaron campar a su libre albedrío. Con Sybil Dorn entre sus filas, la Cofradía, siguiendo sus instintos destructivos, continuaron sembrando el terror allá donde pasaban; esta vez sin tener en cuenta si el planeta que atacaban y destruían, había sido juzgado por sus creadores. A su paso, sólo quedaba muerte y destrucción, ya que la Cofradía sólo vivía para la batalla y la conquista. Miles de mundos fueron asolados y sus poblaciones aniquiladas.

En un momento dado, hará unos 5.000 años, Sybil Dorn y la Cofradía fue capturada en su totalidad por el ser cósmico conocido como el Coleccionista, que los incorporó a su colección. Durante siglos, Dama Sybil y sus compañeros permanecieron encerrada en la nave del Coleccionista, a tamaño microscópico, y el Universo se olvidó de ellos.

En tiempos más recientes, el Coleccionista concibió un plan para acabar con toda la vida en la Tierra, a excepción de los aventureros conocidos como los Vengadores, que serían capturados para ser incorporados a la colección. Para ello permitió a la Cofradía, entre los que se encontraba Sybil Dorn, escapar de su celda, haciéndoles creer que era su propia iniciativa, cuando en realidad todo formaba parte de su plan. La Cofradía, siguiendo sus instintos asesinos, extendió la muerte y el exterminio entre el resto de las razas de la colección del Primigenio. Hasta que, finalmente, el Coleccionista los engañó, y los liberó sobre la Luna. La Cofradía no tardó en entrar en conflicto los Inhumanos, la raza que ocupaba el satélite terrestre. Viendo amenazada su seguridad, pidieron ayuda a los Vengadores, y entonces se produjo el primer encuentro entre terrestres y las huestes de la Cofradía {A 334}.

Sybil los suyos, considerando que la Luna no era un planeta digno de conquistar y mas después de capturar a una partida de exploración de los Inhumanos dirigida por Mercurio, que fueron rápidamente derrotados por los alienígena. El propio Ector torturó a Mercurio en un intento de conocer en que lugar del Universo se hallaban pero Sybil le hizo ver a su amante que el velocista no sucumbiría a la tortura. Entonces el Maestre centró su atención en otro de los prisioneros, Timberio, el cual no aguantó demasiado tiempo el dolor antes de revelar que si bien la Luna no era un objetivo digno de conquistar, si lo era el planeta que orbitaban, Tierra. Tal y como planeaba el Coleccionista, Sybil Dorn y el resto de la Cofradía se mostró entusiasmada de su “buena suerte” puesto que se trataba de un mundo digno de ser el primer planeta en ser conquistado tras su liberación, ya que conocido en todo el Universo ya que había logrado rechazar a Galactus.

Durante un tiempo, la Cofradía peleó contra las fuerzas terrestres demostrando su poder. En un combate en las calles de París, Sybil y los suyos lucharon contra el ejército francés y contra los Vengadores, entre los que se encontraban Sersi. El Maestre se contentó con apalizar a los Vengadores antes de abandonar el lugar, llevándose consigo a como cautiva, pese a las protestas de Sybil Dorn que afirmaba que la Cofradía no hacía prisioneros, a Sersi, a la que reconoció como otra criatura creada por los Celestiales, además, tras esta primera victoria, la Cofradía alzó una base en pleno corazón de la mayor ciudad terrestre, la Ciudadela de la Cofradía.

Tras llevar a Sersi a la Ciudadela que servía de base a su raza, el Maestre quedó prendado de la belleza de la Eterna e hizo todo lo posible para que la mujer se sintiera impresionada por su valor y coraje como guerrero, tras dejar a la mujer leyendo sobre las hazañas y conquistas de su raza. Tan embebido estaba Ector con los encantos de la eterna, que prefirió centrarse en coquistarla, dejando que sus tropas combatieran sin su líder en las calles de Manhattan donde fueron derrotados. Las atenciones de Ector hacia la eterna, que incluso le llegaron a hacer plantearse detener la campaña de conquista.

Estas actuaciones e fueron reprochadas severamente por Sybil Dorn pero cuando la guerrera se dio cuenta que su amado no iba a cambiar de actitud, se enfrentó a la heroína terrestre la cual estuvo a punto de matar, cuando Ector entró en escena y se puso de parte de la guerrera terrestre salvando su vida, Sybil Dorn ordenó reunir a todos los miembros de su raza para exigir que Thane Ector abandonara el liderazgo de la Cofradía por considerarlo inadecuado. Su rebelión hubiera triunfado de no ser por la intervención del Bufón, el cual le mostró como los aliados de Sersi habían encontrado a uno de los miembros de la Cofradía, Olar el mas anciano de su raza y demasiado débil para viajar y que había sido dejado atrás para que muriera.

Sabiendo que los Vengadores habían capturado a Olar, y que protegían a su captor, el Coleccionista, Thane Ector abandonó cualquier idea de firmar la paz con los terrestres y encabezó un ataque contra los héroes terrestres del que formaba parte Sybil la cual, una vez Thane Ector volvió a sus orígenes, volvió a mostrarle lealtad plena {A 339}.

Fue entonces cuando el Coleccionista reveló sus planes, revelando el origen de la Cofradía y como fueron creados a partir de virus y bacterias. El Maestre se mostró avergonzado de sus orígenes pero Sybil intentó consolarlo no solo porque ello no empañaba sus logros como raza sino por que su amado hubiera soportado semejante carga en solitario durante tanto tiempo. El Primigenio del Universo asumió entonces su verdadera forma, y usó sus grandes poderes para asesinar a toda la Cofradía, entre ellos a Sybil Dorn, reduciéndolos a sus componentes básicos que no eran otros que virus y bacterias que al extenderse por la Tierra, acabarían con toda la raza humana menos con los Vengadores a los cuales el ser cósmico habría capturado previamente, solamente el Maestre Ector y su Bufón lograron escapar de la masacre.

Una vez muertos, Sybil y el resto de los miembros de la Cofradía se dividieron en sus elementos genéticos básicos, convirtiéndose en bacterias, que según el plan del Coleccionista, debían extenderse por la Tierra, acabando con la vida de los humanos. Sin embargo, Maestre Ector y el Bufón, ayudados por la Sersi, se opusieron al plan del Primigenio y Ector unió su mente a la del Bufón, y ambos establecieron un contacto mental con Sybil y el resto de su raza, pudiendo formar la Unimente, estado en el cual atacaron al Coleccionista, derrotándolo. Sin embargo, aquel fue el último acto consciente de Sybil y sus compañeros ya que Ector y el Bufón murieron como consecuencia del esfuerzo y la consciencia de los miembros de la Cofradía no tardó en dispersarse.