Magog

Pocos días después de la derrota de los ejércitos del Faraón a manos del Dios de los hebreos invocado por Moises, el brujo de la corte, Nephut-Sha, maldijo a los hebreos y juró que vengaría la derrota. De regresó a su templo negro, el hechicero ofreció un sacrificio tras otro a los dioses egipcios para que le dieran el poder suficiente para vengarse de los israelitas hasta que finalmente Set, el dios de la muerte, respondió a las súplicas del hechicero y usó su poder para, a partir del cuerpo del hechicero, crear dos demonios de gran poder, Magog y su "hermano" Gog.

Estos demonios tenían el poder suficiente para enfrentarse a los israelitas pero su presencia fue descubierta por los servidores de Nephut-Sha que previnieron al nuevo Faraón, que envió a sus soldados al Templo Negro y tras poner asedio a la fortaleza, lograron capturar a Magog y su compañero llevándolos a la presencia del Faraón.

Los dos demonios ofrecieron sus servicios al faraón para vengarse de Moises y los suyos pero el monarca de Egipto se negó a volver a encolerizar al dios de los hebreos y ordenó que fueran encerrados en dos sarcófagos místicos en el interior de un templo oculto en el desierto, donde permanecieron cubierto por las arenas durante siglos. Al parecer, en un momento, los demonios fueron liberados de su reposo para azuzar nuevamente los perros de la guerra sobre Egipto, los magos del este escogieron entonces a un nómada del desierto como su campeón para derrotar a los demonios, algo que logró al volver a encerrarlos aunque el precio fue que él mismo debió permanecer encerrado con ellos dentro del sepulcro, el nómada, como humano que era, terminó muriendo a diferencia de los demonios pero su espíritu permaneció en sus armas.

Ya en tiempos recientes, el templo fue descubierto por una expedición arqueológica dirigida por el Doctor Hasan Karim y de la que formaba parte Abdul, el hombre que terminaría convirtiéndose en el Caballero Arabe.

Quiso el destino que horas antes que el profesor Karim entrara en el templo, unos trabajadores del campamento descubrieran abandonado en el desierto a Bruce Banner, agotado y a punto de morir de sed. Los trabajadores lo llevaron al campamento donde se reunió con Abdul y una vez recuperado, este le presentó al Doctor cuando se disponía a entrar en el templo.

Karim les habló de la historia de Magog y Gog, de como un faraón atemorizado no había tenido valor de usarlos para acabar con los judíos pero que él era lo suficientemente valiente para acabar con Israel de una vez por todas, tras esto y sin que Abdul ni Banner pudieran evitarlo, se dispuso a abrir los ataudes aunque no tuvo ocasión ya que se produjo un derrumbe que sepultó a Banner, a Karim y los ataudes.

La prisión de Magog y el otro demonio se abrió con el derrumbe y estos unieron su fuerza vital a la del Doctor, adquiriendo todos los conocimientos de este y dispuestos a acabar con el pueblo de Israel, sin embargo no habían sido los únicos en sobrevivir al derrumbe ya que de entre los escombros surgió la figura de Hulk que se enfrentó a los dos demonios apoyado por Abdul, que se había hecho con las armas místicas de sus antepasados que le había transformado en el Caballero Arabe. Los dos héroes lucharon contra los dos demonios, combatiendo Magog contra el gigante de jade, después de ardua lucha, Abdul logró volver a colocar a su rival en el sarcófago, a continuación volvió su atención a la lucha que el otro demonio mantenía con Hulk, pero viendo que el gigante de jade no tenía intención de capturar a Magog sino destruirlo, decidió que no podía correr el riesgo que los demonios volvieran a escapar y lanzó un rayo sobre la dinamita almacenada en el templo, provocando un segundo derrumbe que enterró el templo y los ataudes.

Magog fue liberado por Seth tiempo mas tarde para usarlo como peón en su venganza contra su enemigo, el asgardiano Dios del Trueno, ya que consideraba que este pasaba por un momento difícil tras haber acabado con la vida de su abuelo y haber sido exiliado de Asgard. Thor había buscado refugio en unas montañas aisladas y Gog, junto a sus aliados Gog, Grog y Scarab, sembraron el caos y el terror en las cercanías para hacer salir al Dios del Trueno.

Magog no tuvo que enfrentarse al asgardiano ya que fue su compañero Grog quien lo encontró y pensando que estaba lo suficientemente débil, se enfrentó al Dios del Trueno en combate personal no solo siendo derrotado, sino provocando que su rival volviera a recuperar la confianza de modo que cuando Magog y sus aliados llegaron al lugar, decidieron que no era momento de empezar una batalla y se marcharon. No han vuelto a tenerse noticias de Magog desde entonces.