Grungnir

Grungnir era el nombre de un demonio multiforme aliado de los Gigantes de Hielo. Se ignora exactamente a que raza pertenecía el cambiante (aunque él mismo afirmó portar sangre gigante en sus venas) ni que le llevó a aliarse con los habitantes de Jottunheim, pero el hecho es que tras la aparente muerte de Odín peleando contra Surtur, y cuando Utgard Loki y sus huestes decidieron atacar a los aliados de Asgard como paso previo a un ataque contra el Reino Dorado, Grungnir estaba entre las hordas de gigantes que se dirigió hacia el reino de los Norns para atacar a Karnilla.

Sabiendo que el amante de Karnilla, Balder, había marchado a Asgard semanas atrás, Grungnir usó sus poderes para adoptar el aspecto de Balder y de esta forma acercarse a la Reina de los Norns que se arrojó a sus brazos, entonces el cambiante aprovechó para amordazarla y sujetar sus brazos para impedirle usar su hechicería mientras los Gigantes de Hielo combatían al ejército de Karnilla y finalmente el propio Utgard Loki usaba un hechizo para convertir a los habitantes de Nornkeep en piedra. Por su parte, Grungnir se ocupaba de su prisionera, a la que cortó su melena como signo de humillación y encadenó y amordazó para dejarla indefensa, como paso previo a llevarla prisionera a Jottunheim.

Mas tarde, cuando los Gigantes de Hielo tuvieron noticias por parte del traidor de Rattusk que Balder y su aliado Agnar se dirigían hacia Jottunheim para liberar a Karnilla, Grungnir acompañó a una partida de gigantes para acabar con los atacantes. Así, mientras Rattusk apartaba a Balder del campamento, el cambiante asumía la forma de Balder para engañar a Agnar y asesinarlo. Sin embargo, el asgardiano se dio cuenta que los pájaros (amigos y adoradores de Balder) se alejaban de aquel que asumía la forma de su amigo, desconfió y se apartó justo a tiempo de esquivar un traicionero ataque de Grungnir. Comenzó entonces un duelo a espada entre ambos, duelo que terminó cuando Agnar atravesó a su enemigo con su espada matándolo.