Carpasia

Se cree que los primeros pobladores del territorio que ocupa la actual República de Carpasia, fueron los Tracios y los Ilirios alrededor del 1500 AC. Su nombre se remonta al 500 AC, cuando los griegos se establecieron en la región, a la que denominaron Caerpacia, como ruta clave con las colonias griegas de la región. Alrededor del Siglo II AC, la región fue anexionada por el entonces creciente Imperio Romano, pasando a convertirse en parte del Imperio romano de Oriente (mas tarde conocido como Bizancio) alrededor del 395 DC. Carpasia fue obteniendo mas y mas autonomía del Imperio a medida que aumentaban las migraciones de los eslavos, todo esto a partir del Siglo VI, hasta que en el Siglo XIII sus habitantes cayeron bajo el dominio de la República de Venecia.

En el año 1628, Carpasia obtuvo su independencia de la mano del Rey Petar, cuya dinastía se mantuvo en el poder hasta el Siglo XX. La región fue devastada económicante al sufrir los estragos de la Primera Guerra Mundial, sufriendo en sus carnes la lucha en los Balcanes. Acabada la contienda, Carpasia se unió a recién formado Reino de los serbios, croatas y eslovenos (mas tarde conocido como Yugoslavia), hasta que la región fue invadida por fuerzas del Eje en 1941, lo que dio lugar a la creación de una serie de estados títere bajo influencia alemana o de sus aliados, uno de estos reinos fue el Estado de Carpasia que pasó a estar tutelado por el régimen fascista de Italia, los cuales colocaron a la dinastía de los Pavels en trono. En vísperas de la derrota alemana en 1945, Carpasia cayó bajo control soviético al igual que el resto de Yugoslavia. El último de los Pavel, Druradj, llegó a un acuerdo con el Presidente de Yugoslavia, Tito, para que se le permitiera marchar junto a su familia en dirección a Occidente junto a todas sus riquezas a cambio de su renuncia al trono.

Décadas después, tras el colapso del comunismo, Yugoslavia se vio azotada por una serie de guerras civiles internas que provocó la desmembración de su territorio en varios reinos, quedando en un principio Carpasia unida a su vecino Montenegro hasta que dos años después de la desintegración de Yugoslavia, se llevó a cabo un referéndum para decidir sobre la independencia de la región y tras el mayoritario voto del si, se fundó la actual República de Carpasia.

Los principios del nuevo país no fueron fáciles, hubieron de hacer frente a una breve guerra civil, a una crisis económica y a un intento golpe de estado financiado por HYDRA, los cuales asesinaron al gabinete de gobierno de Carpasia y que pretendían colocar en el Gobierno a Baltazar, hijo de Druradj, como gobernante títere, para ello facilitaron a los golpistas armas de alta tecnología y les proporcionaron Simulacros Dotados de Vida para sustituir elementos clave en el país. Contra los intereses de la organización se alzó Mikel Furia (nativo de Carpasia) que con la ayuda de Lobezno logró descabezar el intento de golpe y acabado este, incluso se convirtió en Presidente de la República combatiendo la corrupción presente incluso entre los miembros de su Gabinete.

Tras la renuncia de Furia (el cual no se consideraba capacitado para revertir la situación política y ecónomica del país), la jóven República intenta encontrar su sitio en la Comunidad Internacional.