Mare

Los Mare son una raza que habitaban en un lugar indeterminado de los Nueve Mundos hace eones. Privados del habla, esta raza se comunicaba con los otros habitantes de los Nueve Mundos mediante los sueños sin que ello evitara que se movieran por todos los reinos libremente.

En un momento dado, los Mare creyeron ser invadidos y entonces usaron los sueños para intentar convencer a los supuestos invasores para que abandonaran sus dominios, pero en esta ocasión, al sentirse amenazados, no usaron sueños normales sino que usaron las pesadillas de sus víctimas. Asgard cayó bajo el influjo de los Mare, tanto Vanires como Aseires cayeron víctimas de las pesadillas y si nadie los detenía, harían dormir a los habitantes de todos los mundos.

Sin embargo, los Mare incurrieron en la ira de Odín al hollar en los sueños del Padre de Todos, un terreno que Odín consideraba inviolable. El Señor de Asgard mató a muchos de los Mare y a los que sobrevivieron, los encerró en una cueva en Nidavellir la cual cerró místicamente y grabó en la entrada una advertencia para que nadie abriera el sello.

Los Mare permanecieron atrapados en la cuevas durante siglos, tiempo en que dieron forma a su rabia ya que consideraban al resto de las razas de los Nueve Mundos como monstruos que les habían encerrado. En un momento dado y tras la marcha de Odín del trono de Asgard, siendo sustituidos por la Madre de Todos, Thor fue llamado a Nidavellir por el Hreidmar para investigar la misteriosa cueva y la inscripción que la coronaba.

Imprudentemente, Thor entró en la cueva sin saber que los Mare estaban en ella, y pronto fue atacada por los hacedores de sueño que lograron sumirlo en una pesadilla dejándolo indefenso. Pronto los Mares escaparon de su encierro y se extendieron por Nildavellir, atrapando a Hreidmar y al resto de enanos de su reino en sus sueños hasta que finalmente llegaron al Arbol del Mundo, con lo que tuvieron acceso a los Nueve Mundos llegando hasta Asgard, la Tierra e incluso Hel, capturando a cientos de habitantes de estos reinos en su sueño colectivo.

Una de estas víctimas fue Jeffrey Fischer, un inadaptado joven que vivía en Broxton y amante del heavy metal, que a pesar que en un principio logró esquivar a los Mares finalmente cayó víctima del sueño reuniéndose con Thor, los enanos y otras razas en el sueño colectivo. Allí, los monjes espectrales (unos de los prisioneros) planearon usar un hechizo de sueño para crear un héroe onírico que se introdujera en las pesadillas de los mares, los monjes eligieron a Jeff debido a la intensidad de sus pensamientos fuera de lo común.

Mientras los monjes trabajaban con Jeff, los sueños de pesadillas de los Mares seguían actuando y usando los recuerdos de Thor, crearon la imagen que el Dios del Trueno consideraba como una pesadilla, la imagen de su padre, Thor tuvo que enfrentarse a la imagen de un Odín furioso que pretendía matarlo. A su alrededor, Jeff, ayudado por los monjes, daba vida a un héroe onírico inspirado en sus recuerdos del heavy metal, el problema era que sus pensamientos eran tan fuertes que el propio Thor fue afectado por los pensamientos del joven mortal, viéndose transformado en la enloquecido criatura conocida como Satán.

Fue necesaria la aparición de la Madre de Todos, que también había caído víctima de los Mares y por tanto estaba atrapada en la pesadilla de los Mares, para hacer que Thor recuperara sus pensamientos. Entonces el Dios del Trueno obligó a su cuerpo en el exterior a moverse, golpeando su martillo e invocando al trueno con lo que el Mare que había sobre su pecho obligándole a dormir cayó fulminado. Sacado de su trance, Thor marchó al Palacio Real para proteger a la Madre de Todos de la llegada de la Encantadora, acompañada de un constructo creado a partir de Don Blake y portando la cabeza del que fuera "otra mitad" del Príncipe de Asgard, que resentido con Thor por haberle abandonado se había aliado con la hechicera. Comenzó un combate entre el Dios del Trueno y la Encantadora y su aliado en que finalmente Thor salió vencedor. Sin embargo, fue Jeff quien salvó a los Nueve Reinos al comunicarse con los Mares y "convencerlos" para que cesaran en su sueño colectivo liberando a los Nueve Reinos.

Una vez terminado el conflicto, Thor negoció con los Mares un acuerdo de paz, estos pidieron un puesto en el Consejo de los Reinos para tener voz y voto en las decisiones de Asgard, así como la promesa que no volverían a ser encerrados. Para reforzar el pacto, los Mares accedieron a crear un sueño para Don Blake en que el mortal viviría su vida con normalidad, quedando de esta manera Thor en deuda con ellos.

No se han vuelto a tener noticias de los Mares desde entonces.