Richards, Reed

Reed Richards era el líder del grupo de aventureros conocido como los 4 Fantásticos, los cuales protegían a la humanidad contra todo tipo de amenazas. Sin embargo, la llegada de Galactus el Devorador de Mundos resultó mas de lo que podían manejar y solo la aparición del Vigilante dio a la humanidad una oportunidad de sobrevivir, cuando les habló a Reed y sus compañeros de la existencia del Nulificador Supremo, un arma capaz de destruir un Universo y frente a la cual el mismo Galactus no podría prevalecer.

Tras hacerse con el Nulificador, Reed se encaró con Galactus al que amenazó con usar el arma, pero cuando el Devorador de Mundos se disponía a aceptar, entró en escena su heraldo, Estela Plateada, que noqueó a Reed y le arrebató el Nulificador. Los compañeros de Reed lo llevaron a un laboratorio subterráneo fuertemente protegido en el interior de su base mientras en el exterior Galactus se deshacía de la última oposición en la figura de los Vengadores y comenzaba a consumir el planeta.

Cuando Reed se recuperó y pudieron salir al exterior, se encontraron en un mundo yermo, sin vida... ¿Sin vida?, no, porque su viejo enemigo Muerte había logrado sobrevivir al escapar a bordo de una nave y enroló a sus viejos enemigos en una campaña para vengarse de Galactus. Reed, deseando acabar con el asesino de la raza humana, aceptó unirse a Muerte y el grupo partió hacia las estrellas donde encontraron a Galactus dispuesto a consumir un nuevo planeta. Mientras Muerte se enfrentaba a Estela Plateada en un combate en el que ambos fallecieron, Reed y sus compañeros se colaron en la Nave de Galactus donde tuvieron que enfrentarse a las defensas que protegían la nave, pero también encontraron a la Avispa, una de los Vengadores que había quedado atrapada en su interior mientras combatía a Galactus y había sobrevivido a la masacre.

La Avispa le mostró a Reed donde se encontraba el Nulificador Supremo y Reed se hizo con él, encarándose nuevamente a Galactus con la intención no de amenazar, sino de usar el arma para acabar con el asesino de su raza. Sin embargo, cuando Reed pensó lo que iba a hacer, acabar con todos los seres vivos de la Galaxia para satisfacer su deseo de venganza, comprendió que no era capaz y detuvo el ataque.

Galactus comprendió que se había equivocado ya que la raza que había exterminado era digna de sobrevivir, no deseando cometer el mismo error prometió no volver a consumir planetas habitados y Reed y sus compañeros aceptaron convertirse en los nuevos heraldos de Galactus guiándole por el Universo para alimentarse únicamente de planetas deshabitados.