Mary Richards

Mary Richards era la hija de Reed y Susan Richards, ambos miembros de los 4 Fantásticos. Dado que Susan marchó a la Zona Negativa durante el embarazo, el parto fue de alto riesgo pero todo fue perfectamente y Mary nació completamente sana, siendo bautizada con el nombre de su abuela materna. Ambos padres esperaban que Mary fuera normal y no tuviera poderes a diferencia de Franklin, cuyos poderes suponían un quebradero de cabeza para los Richards, pero cuando la niña aún era pequeña ya mostró la capacidad de volar.

En los años siguientes, Mary creció feliz en una familia que le quería, tuvo una infancia tan normal como lo puede tener viviendo en el hogar de los 4 Fantásticos, cuando tenía solo catorce años, mientras paseaba con sus tíos, presenció como un coche atropellaba a un perro propiedad de una niña, viendo sufrir a la niña, Mary intentó ayudar al perro, y con su simple contacto, lo curó. Era la primera vez que manifestaba sus poderes pero desde entonces y a medida que crecía sus poderes aumentaron hasta el punto que incluso la misma naturaleza sanaba ante su contacto. Esto provocó que le llovieran peticiones de ayuda de enfermos, y Mary no desatendía ninguna. Tanta era su dedicación, que mientras estaba en un hospital, y ante su deseo de ayudar a todos los que pudiera, expandió su poder hasta curar a todo el hospital, aunque esto provocó que cayera en coma durante un tiempo. Esta muestra pública de su poder llamó la atención de las autoridades de Washington, que decidieron seguirla de cerca debido a sus ideas ecologistas.

Tenían razón los políticos en estar preocupados ya que durante el año siguiente, Mary Richards se dedicó a ayudar a los olvidados por la sociedad, a los enfermos, a los pobres… además de preocuparse del medio ambiente y denunciar a aquellos que anteponían su provecho económico dañando el medio ambiente. Cuando Mary encabezó una manifestación frente a una planta química para que cerrara por contaminar el medio ambiente, las autoridades decidieron que debían hacer algo para detenerla y ordenaron a Peter Gyrich que se encargara de ella.

La oportunidad le llegó con ocasión de la marcha sobre Washington que Mary había organizado y a la que debían acudir todos los descontentos y desfavorecidos para protestar por su situación. Mientras estaba pronunciando su proclama pública, se acercó Gyrich disfrazado como el Capitán América y la apuñaló. Mientras Mary languidecía en el suelo, la multitud histérica, amenazaba con descontrolarse y podía producirse una estampida en cualquier momento. Pese a estar herida, Mary no podía permitir que nadie saliera herido y elevándose sobre la multitud extendió su poder alcanzando a la multitud haciendo que se calmaran, tras esto se derrumbó en el suelo gravemente herida. Sus padres la llevaron al hospital donde permaneció en coma durante dos semanas antes de recuperar la conciencia.

Lo irónico es que pese a que la marcha casi había acabado en tragedia, cumplió los propósitos que Mary se había marcado, ya que obligaron al gobierno a dimitir, siendo instaurado un nuevo gobierno que, con la supervisión del movimiento liderado por Mary, fue un gobierno del pueblo para el pueblo.