Aginar

Apenas se sabe nada del Eterno conocido como Aginar, salvo que es uno de los Eternos que viven en Polaria, una de las principales ciudades de los Eternos situadas en Siberia, en la antigua Unión Soviética, y que se trata de uno de los principales dirigentes militares de su raza.En el momento de la llegada de la Cuarta Hueste de Celestiales a la Tierra que iba a juzgar el destino de la humanidad, Aginar se encontraba siendo uno más de los jefes militares que dirigían el destino de la URSS. Cuando el Celestial Nezarr invadió el territorio soviético durante su examen de la Tierra, Aginar aprovechó su posición privilegiada dentro del ejército (posición que también tenían otros compañeros Eternos como Valkin, Druig y Zarin), para intentar retrasar al máximo el ataque soviético sobre el Celestial que las autoridades rusas planeaban. A pesar de los esfuerzos de Aginar y sus compañeros, el ataque se realizó, pero resultó poco efectivo. Nezarr, en represalia, bombardeó con ilusiones la mente de los causantes del ataque causándoles un paro cardíaco. Aginar acudió a la llamada de 519Zuras para formar la Unimente con la que los Eternos se enfrentaron a los Celestiales, aunque el enfrentamiento acabó con la derrota de los Eternos, y la muerte del propio Zuras, finalmente los Celestiales decidieron perdonar a la Tierra y regresaron al espacio {E 11}.

Tras finalizar la crisis con los Celestiales, Aginar continuó en el ejército, hasta que hubo de atender la llamada de Thena, que convocaba a todos los Eternos a Olimpia para decidir el futuro de su raza. Cuando en esa reunión se decidió que el destino de los Eternos estaba en las estrellas, y la mayor parte de ellos se unieron en la Unimente para viajar al espacio, Aginar fue uno de los Eternos que formó parte de ella. Junto al resto de sus compañeros viajó al espacio, y desde entonces no se ha vuelto a saber de él {A 248}.