Jóvenes Dioses

Después de la llegada de la Tercera Horda de los Celestiales, los dioses decidieron prepararse para un eventual regreso de las poderosas entidades cósmicas. En cambio, las diosas decidieron emprender un camino menos belicoso para resolver el posible futuro y empezaron a seleccionar a los especímenes más perfectos entre los humanos. Durante mil años seleccionaron a nueve representantes de la humanidad y los mantuvieron en animación suspendida, pero como Frigga se encontraba ausente para vigilar a los elegidos, fue Odín el responsable de escoger a los tres últimos miembros de los Jóvenes Dioses. Odín envió a Heimdall y Kamorr para que localizara a los miembros y también manipuló a Ego Prime, un ser pensante que formaba parte de Ego el Planeta Viviente, para que activara sus poderes latentes.

En efecto los Celestiales regresaron a la Tierra a finales del siglo XX. Tras derrotar al Destructor, Gea presentó ante ellos a los Jóvenes Dioses como los potenciales que podía alcanzar la humanidad probando así que merecía la pena dejar que el planeta pudiera continuar existiendo. Los Celestiales aceptar acogerlos bajo su tutela y se los llevaron {T 300}. Los Jóvenes Dioses fueron entrenados duramente en un planeta distante por los alienígenas Junipor y Katos {PPTSS@ 8-FB-BTS}.

Al estallar la Guerra de Evolución, el Alto Evolucionador se acercó hasta el lugar en el que los Jóvenes Dioses se estaban entrenando. Varua detectó su presencia y, aunque el poderoso ser se disculpó y se marchó, su presencia les delató los planes que estaba desarrollando en la Tierra. Los alumnos de Junipor decidieron interferir en los asuntos terrestres y enfrentarse al Alto Evolucionador, pero Katos y sus chicos los siguieron hasta la base del Alto Evolucionador y se enfrentaron a ellos, ya que creían que no debían inmiscuirse en los asuntos humanos. Durante la lucha, Soñadora hirió gravemente a Cálculo, por lo que detuvieron el conflicto y decidieron retirarse {PPTSS@ 8}.

Tras abandonar al Alto Evolucionador, Soñadora sintió una presencia extraña en Israel. El grupo acudió a investigar y encontró un enorme ser robótico que se alimentaba de la ira de palestinos e israelís. Usando sus poderes combinados crearon una Uni-Mente para destruir al invasor {PPTSS@ 8/2}.

Los Jóvenes Dioses pidieron permiso a los Celestiales para regresar a la Tierra, ya que sintieron la presencia de un dios renegado que ponía en peligro a sus habitantes. Tras darles autorización a cambio de que resolvieran el conflicto en tres días y nadie descubriera su verdadera naturaleza divina, los Jóvenes Dioses se dividieron en tres grupos para explorar cada uno de los tres focos del mal que habían detectado. El grupo dirigido por Bruja Marina se enfrentó al Culto de Tuatha de Danann, a los que impidieron matar a un autobús lleno de niños y derrotaron a Duna, un ser de tierra que protegía un triángulo místico. Mientras tanto el grupo de Soñadora cayó en una emboscada en un centro comercial de Wisconsin. A penas lograron salir con vida hasta que descubrieron el mismo triángulo místico. Por su parte, el grupo de Varua cayó prisionero en Sri Lanka. Cuando los otros dos grupos convergieron en Sri Lanka, Nauda, un poderoso dios celta, se manifestó ante ellos exigiéndoles que les entregara las dos piedras. Los Jóvenes Dioses tendieron una trampa a Nauda al que hicieron creer con ilusiones que accedían a sus términos y, usando la Uni-Mente, lograron derrotar al dios renegado {M/CP 101~ 109}.

Completamente ignorados por los Celestiales los Jóvenes Dioses intentaron llamar la atención de sus maestros sin éxito causando que lentamente enloquecieran. Finalmente decidieron viajar hasta la Tierra para convertir a todos sus habitantes en un nuevo Celestial. En primer lugar se dirigieron a Madripur donde iniciaron la creación de una Uni-Mente a la que ir uniendo las mentes de todos los habitantes de la Tierra. Pronto se vieron afectado Singapur e Indonesia {E4@ 1-FB}.

Los Eternos advirtieron la creación de la nueva Uni-Mente así que Ikaris, Sersi, Makkari, Thena y Ajak fueron a investigar a Madripur. Los Eternos se enfrentaron a los Jóvenes Dioses mientras que Legba, que también había sido atraído por los acontecimientos. Legba logró distraer los suficiente a Varua para que bajara su guardia y pudo vaporizarla con un rayo óptico desbaratando así los planes de los Jóvenes Dioses {E4@ 1}.