Alyssa Moy

Una genio acaudalada y con ansias de aventura, Alyssa coincidió, durante la época de Universitario (primero en la Universidad del Estado y mas adelante en la Universidad de Viena) con otro genio científico en la figura de Reed Richards, Alyssa Moy con quien compartió clase. Pronto entablarían amistad unidos por su amor a la ciencia y a la física, aunque el enfoque de Alyssa, con una aproximación menos rígida y menos regida por la ética, era diferente al punto de vista de Reed, mas idealista. Esta mezcla de admiración, camaderia y amistad provocaría que más tarde se convertiría en algo más, rozando el romance.

Pese a que Alyssa y Reed tenían distintas formas de ver la vida ambos encajaban perfectamente, Moy era una asidua a las fiestas de la jet set y desarrollaba interés en otros aspectos cmo la arqueología y las antigüedades, siendo que su influencia afectaba a Reed, con quien se reunió poco después que este regresara del servicio militar.

Tras acabar su licenciatura, ambos viajaron a Frankfurt, en donde repararon un antiguo Mercedes-Benz, que utilizarían para participar en el Rally Londres-Ciudad del Cabo. Aunque no lo ganaron, vivieron emocionantes aventuras que les unieron aún mas. Ese sería el principio de sus viajes por el mundo.

Tras dejar Reed el ejército, Alyssa y él viajaron al Himalaya, donde salvaron al príncipe Bayan de un ejército opresor, que pretendía forzarle a abrir la puerta de Lopnor, que abriría el paso a la Tierra a una poderosa amenaza mística, el príncipe, en agradecimiento, les dio un objeto místico y mas tarde viajaría a Sumatra. Posteriorimente, el duo marchó a Egipto donde desubrieron que el objeto místico de Bayan formaba parte de otro organismo mas complejo y poderoso, la Garra de Bast. Reed unió fuerzas con la Profesora Francesca Fisher para encontrar las otras piezas que formaban el objeto místico pero su búsqueda terminó con ambos en la cárcel, siendo que Alyssa hubo de usar sus contactos para liberarlos a ambos tras lo cual, la propia Moy se unió a la búsqueda.

La búsqueda les llevó a Rumania donde Alyssa encontró otra de las piezas, pero ya por entonces la búsqueda del objeto mágico había llegado a oídos peligrosos como los de Victor Von Muerte que secuestró a Francesca para hacerse con la Garra de Bast, con el convencimiento que el poder mágico del artefacto podría curar las heridas de su rostro. Alyssa y Reed marcharon a Latveria donde liberaron a Francesca y los tres lograron reunir las últimas piezas de la Garra de Bast, solo para que el objeto fuera robado por Muerte el cual, al intentar activarlo, despertó accidentalmente a la criatura conocida como Khafre cuyo espíritu animó a la Esfinge, solo para ser derrotado por Reed y Alyssa.

También exploraron juntos las ruinas mayas de Xunanguero, y descubrieron su terrible secreto, que ocultaban una entrada a otra dimensión, durante el viaje, Reed se declaró a Alyssa pero antes que la joven pudiera responder, fueron atacados por el monstruo que daba nombre a las ruinas el cual lograron derrotar.

Más tarde, y a pesar de todas estas aventuras, Alyssa y Reed darían su relación por terminada y se distanciarían. A pesar de ello, regularmente jugaban partidas de ajedrez mentales, y se enviaban movimientos de vez en cuando, sin embargo, la influencia aventurera de Alyssa influyó sobre Reed, hasta el punto que no dudó en robar un cohete experimental para demostrar sus estudios sobre los rayos cósmicos, en el viaje que daría lugar a la creación de los 4 Fantásticos.

Durante años, Alyssa se dedicaría a su ciencia, no siendo raros los aparatos Moy en los hogares de todo el mundo, y creando artefactos para uso propio como la llave universal. Años despues de la formación de los 4 Fantásticos, poco después del retorno de los héroes a la Tierra, Alyssa recibió a Reed y a su amigo Ben Grimm en el aeropuerto de Estocolmo para conducirles a una convención de físicos.

Durante la convención sufrieron el ataque de miembros del Enclave tras lo cual Alyssa rescataría de entre los escombros a Reed, agotado tras su lucha en solitario contra Crisol. Tras eso, acompañó a sus amigos a Nueva York, y se alojó en el Espigón-4 durante un tiempo. Fue la primera en desconfiar del nuevo comportamiento de Reed tras su enfrentamiento con Crisol, que llevaría a la revelación de que este le había arrebatado su genio a Reed.

Protegió a Franklin Richards en su huída de la Tecno-Red, que le perseguía por órdenes de Roma que lo consideraba una amenaza para el Multiverso, y también de otras amenazas. Más tarde investigaría al Club Fuego Infernal, pero sería descubierta e infectada por un virus místico por el demonio Corazón Negro. Margali Szardos, con la ayuda de Mechamago y Daimon Hellstrom, consiguió revertir el virus a un estado latente, aunque no curarlo. Alyssa volvió entonces a sus actividades. De ellas tan sólo se sabe que combatió a un monstruo en el Congo que parecía tener alguna relación con Xunanguero. Por ello, viajó al Edificio Baxter y pidió a Reed que le permitiese viajar en el tiempo hasta su antigua aventura en las runas mayas, para observar si existía algún tipo de conexión entre ambos.

Acompañada por la Mujer Invisible para ocultarse a los ojos de sus yoes del pasado, Alyssa descubrió que fueron los campos de fuerza de Sue Richards quienes les salvaron de Xunanguero, y que no existía conexión alguna entre éste y el monstruo del Congo. Alyssa dio las gracias a sus amigos y regresó de nuevo a sus actividades de investigación.

En cierto momento, Alyssa comenzó una relación con el millonario inventor Ted Castle. Ambos trabajaron em múltiples proyectos hasta que la relación derivó en matrimonio en una rápida ceremonia al que siguió un breve banquete puesto que la pareja debía “continuar su trabajo”.

El mayor proyecto de Alyssa y su marido era el Mundo Un, un planeta fabricado completamente por el hombre y situado en una dimensión paralela. El proyecto tenía un objetivo, albergar a la población de la Tierra si el planeta se volvía inhabitable algo que los estudios de Alyssa y su marido databan en un plazo no mayor de diez años.

Sin embargo, a espaldas de Alyssa, Castle y sus patrocinadores tenían otros planes puesto que planeaban usar este nuevo mundo para albergar solo a los ricos y poderosos abandonando al resto del mundo a su suerte.

Según lo habían diseñado, este nuevo mundo debía ser una réplica exacta de la Tierra y para evitar las guerras, se prohibió la entrada de cualquier tipo de arma, siendo que la seguridad y la paz quedó en manos de unos gigantescos robots cuasi indestructibles llamados CAP que patrullaban el nuevo mundo.

La función principal de estos robots era acabar con cualquier amenaza potencial, comenzando con amenazas nucleares y descendiendo en la escala de amenazas. Para evitar que los robots se volvieran contra sus amos, Alyssa diseñó una salvaguarda en su programación que impedía que los robots la atacaran a ella o a Ted, aunque Moy-Castle incluyó en el programa de salvaguarda a Reed por alguna razón. Otro de los proyectos de Alyssa incluía la creación de un Banco Mundial que controlaría y suministraría el dinero evitando así las desigualdades y mantendría un equilibrio económico entre todos los habitantes por espacio de cientos de años.

Cuando estalló la guerra civil super heroica entre partidarios y detractores del Acta de Registro Superhumano, Reed y Sue, situados en bandos opuestos, se vieron separados. Acabada la guerra civil, el matrimonio volvió a reunirse y fue entonces cuando Alyssa volvió a entrar en escena, pidiendo la ayuda de su amigo para un proyecto que iba a afectar el destino del planeta.

Tras partir junto a su amiga, Reed conoció por primera vez a Ted y adquirió constancia de la existencia del nuevo mundo, siendo que el matrimonio le ofreció trasladarse a vivir allí pero Reed, pese a estar emocionado y asombrado por el trabajo del matrimonio, se negó a abandonar a su familia y al planeta que lo vio nacer, convencido que todavía podía salvarse.

Mientras Reed visitaba el nuevo mundo, uno de los robots CAP se activó y escapó de su base, atacando a todo aquel que consideraba una amenaza, comenzando por un contingente militar situado en Alaska. Con Reed fuera del planeta, Alyssa reclutó a varios héroes para detener al robot, entre ellos al resto de los 4 Fantásticos pero apenas si pudieron contenerlo el tiempo suficiente para que Reed regresara e hiciera frente a al amenaza enfundado en un trave Anti Galactus, concebido para hacer frente a la amenaza del Devorador de Mundos y con el que fue capaz de destruir al robot.

Acabada la batalla y hablando en privado, Alyssa le confesó que hacía tiempo que había llegado a la conclusión que ambos se habían casado con la persona equivocada y que tendría que haber respondido “si” en las ruinas mayas años atrás. Reed sin embargo le dijo que su momento había pasado y que él amaba a Sue, tras lo cual le dio un beso de despedida y ambos se separaron.

Mas adelante Alyssa descubrió los verdaderos planes de su marido y sus aliados sobre quienes podrían vivir en el nuevo mundo. Sin pruebas suficientes para denunciar a su marido sobre un proyecto que era secreto para el resto del mundo, y no queriendo revelar la verdad a Reed pues temía que su amigo no estaba en los mejores términos con ella tras su revelación sobre que todavía lo amaba, Alyssa se confesó con Sue a la que pidió ayuda.

Dejando de lado sus diferencias las dos mujeres usaron un artefacto creado en el futuro la Tierra 807128, para trasladar al nuevo mundo a toda la población de dicha realidad paralela puesto que su mundo estaba a punto de extinguirse salvando así la vida de miles de millones de personas, redimiento a Alyssa a ojos de Reed, aunque le granjearon la enemistad de su marido y sus aliados.