Cary St. Lawrence

La Coronel Carolyn St. Lawrence del ejército de los Estados Unidos se formó militarmente en la base de West Point. En una ocasión cuando Carolyn era todavía cadete, la base fue visitada por el General Thadeuss "Trueno" Ross para dar una conferencia. Impresionada por la oratoria de Ross, Cary quiso estrecharle la mano al general. Ross la miró con desprecio e hizo un comentario despectivo acerca de la incorporación de las mujeres al ejército. Desde entonces, la disgustada St. Lawrence desarrolló una brillante carrera militar que le llevó a ser coronel obsesionada con la idea de demostrarle a los mandos del ejército y en especial a Ross lo mucho que una mujer como ella podía valer. Se conoce también que antes de ser la encargada de la persecución de Hulk mantuvo una relación sentimental con otro militar, William Talbot.

Ya como coronel, a Cary se le encargó el traslado de un inconsciente Hulk desde la ciudad de Nueva York durante la crisis de Onslaught. Durante esta operación conoció a Betty, esposa de Hulk e hija del general Ross, con la que no entabló una buena relación en principio. Cary era ahora la encargada del ejército americano para la caza y captura de Hulk, como lo había sido Ross en su día y, tal y como Ross hacía constantemente, fracasó en su misión.

Sin embargo, la coronel St Lawrence siguió al mando de las operaciones de captura del coloso esmeralda junto al agente federal Henry Peter Gyrich. Consciente de la frustración y de los peligros que entrañaba la búsqueda de Hulk y advertida de lo mismo por su ex-pareja William Talbot (que había visto destruirse a su tío por la obsesión de Hulk), Cary no cejó en su empeño de ser la encargada de la operación. Opuesta en un principio a aceptar la colaboración con la organización el Panteón (de la que Hulk había sido miembro) impuesta por el ejército, Cary no tuvo otro remedio que rendirse a la evidencia cuando Jasón del Panteón asesinó aparentemente a Hulk.

Sin embargo, y aunque Cary lo desconocía en un principio, todo obedecía a una farsa planeada por el Panteón para recuperar a Hulk. Hulk, sin embargo, se negó a regresar al grupo y reapareció, descubriendo el engaño y exigiendo al ejército que le dejase en paz. Como parte de la nueva filosofía de vida que le había inculcado la viajera temporal Janis Jones, Hulk amenazó con devolver contrapartidas a todas las acciones que el ejército desplegase contra él. Este comportamiento ponía a Cary y a Gyrich en una situación verdaderamente complicada.

La Coronel centró su estrategia en explotar las contradicciones del gigante verde, demostrándole que realmente lo que quería no era que le dejasen en paz sino la atención del ejército para descargar su ira y su frustración. Cary persiguió a Hulk por todos los rincones de la Tierra, desde Cayo Pato (donde conoció a un Hulk de una tierra alternativa en la que ambos eran pareja) hasta la Antártida (donde Hulk estuvo a punto de acabar con ella si no hubiese sido porque cayó hacia la Tierra Salvaje) hasta que se encontró con la incorporación a su grupo de un co-líder que no esperaba: el general "Trueno" Ross, recién regresado de entre los muertos gracias a un esbirro del Líder. St. Lawrence y Ross no siempre se ponían de acuerdo en la estrategia a seguir con Hulk pero a Cary le agradaba el saberse respetada por el viejo Ross.

Finalmente, Ross y St. Lawrence lograron atrapar a Bruce Banner e incluso convencer al salvaje Hulk de que no huyese de la base donde le habían recluido. Sin embargo, este éxito se tornó en fracaso tras la muerte de Betty Banner. Tanto Bruce como Hulk enloquecieron, y un salvaje Hulk verde escapó de la base militar para desaire de la coronel. St. Lawrence se desentendió desde entonces de las labores de búsqueda y captura de Hulk aunque supervisó algunas operaciones puntuales, como cuando SHIELD detuvo a Hulk en una ocasión.