Capitán Omen

A mediados del Siglo XX, el megalomaníaco Nathaniel Omen decidió reclamar la totalidad de los océanos de la Tierra bajo su mando convirtiéndolo en su propiedad privada. Haciéndose pasar como prospector en busca de oro, Omen se dedicó a inspeccionar y mapear el lecho marino, creyendo que esto le convertía en el dueño al ser el primero en descubrirlo y mapearlo.

Llegado el momento, Omen construyó el Inframundo, una gigantesca instalación submarina con docenas de cubiertas, a decenas de metros de profundidad y con un tamaño de varios miles de pies, el cual era capaz de producir enormes cantidades de oxígeno y generar energía mas que suficiente para alimentar a una población de varios cientos de personas.

Omen, su tripulación (la cual compartía plenamente sus ideales y pensamientos) y las parejas de estos, se trasladaron a la base submarina, situada a 6 millas náuticas de profundidad y a la que se accedía desde unas bases en la superficie creadas por Omen, dejando atrás su vida y hogares de la superficie.

Con el paso de los años, la población del Inframundo se fue incrementando con los hijos de la primera tripulación, al mismo tiempo el Capitán Omen, comprendiendo que su proyecto de vida submarina se alargaría varias décadas y a fin de adaptar a la nueva generación a su nueva vida, sometió a los recién nacidos, incluido a su hijo Filius, a un proceso mutagénico que los dotaría de una forma física mas grande, pesada y resistente hasta el punto que les permitiría soportar los rigores de las profunidades, siendo que esta nueva generación pasó a ocupar una de las cubiertas equipadas para su nueva forma física. Con el paso de los años y a medida que se hicieron adultos, estos niños ocuparon el puesto de sus padres, que pasaron a una situación de “retiro”, convirtiéndose en la nueva tripulación de Omen.

Por aquella época, los habitantes del Inframundo habían descubierto y domesticado unas enormes ballenas con forma de sapo, las cuales usaban como vehículos para viajar a la superficie cuando precisaban de algún tipo de suministro o material que no podían encontrar bajo el agua, supliendo su necesidad de oxígeno mediante el uso de unos cascos especiales. Estos cascos estaban controlados en última instancia por el propio Omen, esto unido al hecho que los vehículos y animales de transporte precisaban de un piloto que portara uno de esos cascos ,y que Nathaniel los controlara, dotaba al Capitán Omen de la capacidad de evitar que ninguno de sus camaradas abandonara el Inframundo sin su consentimiento. Al mismo tiempo, y sin que sus seguidores lo supieran, el Capitán Omen creo a la criatura de nombre Aquon, un ser de enorme fuerza y poder que usaba como trabajador y como refuerzo en caso que fuera necesario.

Completamente dedicado a su misión, Nathaniel gobernó el Inframundo con mano de hierro y pese a que la inmensa mayoría de sus seguidores no ponían en duda su liderazgo, pronto algunos de los jóvenes, liderados por Filius, el propio hijo de Omen, comenzaron a poner en duda el liderazgo de su padre. Estos jóvenes, que estaban fascinados con el mundo de la superficie el cual solo podían ver a través de una cámara que imitaba las condiciones de vida del exterior, comenzaron a planear un modo de escapar del tiránico encierro al que Omen los había confinado.

En cierto momento, a pocas millas de distancia del Inframundo, tuvo lugar el choque accidental entre el submarino Tridente y Hulk. El coloso esmeralda confundió a la nave submarina con un monstruo marino y la golpeo, provocando una fisura en el casco del submarino que amenazaba con hundirlo. La escena fue presenciada por el Capitán Omen y su hijo desde la base submarina y Omen activó un mecanismo que permitió capturar tanto al sumergible como a su atacante que fueron transportados al Inframundo, donde la tripulación del Tridente fue puesta bajo custodia.

El Capitán Omen no ordenó la captura de Hulk, ya que había visto la increíble fuerza del ser de la superficie, en su lugar, pretendió convencer a la Masa que se uniera a él para reclamar el control de los océanos, puesto que temía la reacción de las naciones de la superficie cuando reclamara las aguas internacionales. La Masa sin embargo se negaba a ser siervo de nadie e intentó escapar, atravesando las paredes de Inframundo e intentando alcanzar la superficie, sin embargo, se encontraban a varias millas de profundidad y el oxígeno de los pulmones de Hulk se agotó mucho antes de agotar su objetivo, cayendo inconsciente y hubiera muerto de no ser por que Nathaniel ordenó a sus hombres que usaran sus monturas para rescatar el cuerpo del coloso esmeralda el cual, una vez en el interior de la base submarina, fue colocado en una cámara de desprusirización para tratar los efectos del océano en su cuerpo, para sorpresa de Omen y sus hombres, el proceso provocó el cambio de Hulk a Banner.

Tratando con alguien menos irascible que el coloso esmeralda, Omen se dispuso a mostrar al habitante de la superficie lo que habían logrado bajo el océano, con la esperanza que se uniera a sus filas. Lo que Nathaniel desconocía es que la presencia de un habitante de la superficie había llamado la atención de muchos de los habiantes del Inframundo, entre ellos Filius y sus seguidores que quisieron interrogar a Bruce sobre su vida en el exterior. Omen, que no quería que sus seguidores se interesaran por el mundo exterior, aparta de un golpe a Banner afirmando que podía tener virus traídos de la superficie contra los que los habitantes del Inframundo no tenían defensa. Aunque el Capitán Omen logró apartar a sus esbirros de Banner, el súbito golpe provocó que Bruce se transformara en Hulk y Nathaniel, temiendo que destruyera el lugar, llamó a sus esbirros para que detuvieran al coloso esmeralda y cuando su enemigo demostró ser demasiado poderoso, lo arrojó al exterior. Una vez allí, Omen ofreció al gigante verde dos opciones, morir en las profundidades del océano o bien unirse a su causa, para lo cual le entregó un casco con oxígeno, comprendiendo que no podría nadar hasta la superficie, Hulk aceptó la oferta de Omen cogiendo el casco con oxígeno y siguiendo la nave de Omen en dirección a Inframundo

Durante decenas de millas, Hulk se vio obligado a caminar detrás de la nave y el Capitán Omen estaba convencido que la larga caminata además de la amenaza de bombear gas venenoso en lugar de oxígeno al casco que portaba la Masa, converitiría al coloso esmeralda en un fiel aliado, lo que Nathaniel desconocía es que su hijo Filius y sus seguidores rescatarían a la Masa y lo llevarían al interior de la nave, dispuestos a comenzar una rebelión contra Omen con la ayuda de Hulk.

Prevenido por un miembro reticente de la resistencia, el Capitán Omen se dispuso a hacer frente a la rebelión de modo que cuando los rebeldes, encabezados por Filius y Hulk invadieron la cámara donde Nathaniel se encontraba, este liberó a su arma secreta, Aquon, un androide mitad humano y mitad pez dotado de enorme fuerza.

Dio comienzo una batalla entre Hulk y Aquon durante la cual, una de las paredes de la base se vino abajo y toneladas de litros de agua comenzaron a invadir el Inframundo, temiendo que el agua inundara todo el complejo, Omen aisló el lugar de la batalla arrojando a los dos combatientes al océano, aunque pronto Aquon hubo de volver al interior para no ser derrotado.

Con la derrota de su mayor arma, y no deseando matar a su hijo y sus seguidores, el Capitán Omen aceptó dejarles marchar, dirigiéndo la nave a la superficie donde Hulk, acompañado de Filius y sus seguidores, desembarcaron en una isla desierta gracias a una nave dirigida por control remoto que les alejó de la nave principal. Por desgracia, la exposición de Filius y sus seguidores a un entorno nuevo para el que su cuerpo no estaba preparado, provocó que sus cuerpos estallaran muriendo al instante. Filius logró entrar en la nave dirigida por control remoto y volviendo a la nave principal donde imploró a su padre que le dejara entrar, sin embargo el Capitán Omen, al ver lo que le había sucedido a su hijo y sus seguidores, hubo de sellar la nave para impedir que el resto de habitantes del Inframundo se vieran afectados por lo cual dejó a su hijo abandonado en el exterior donde no tardó en morir.

Es de suponer que el Capitán Omen regresaría a Inframundo donde liberaría a la tripulación del Trident y continuaría con su aislamiento junto a sus seguidores, ya que no han vuelto a tenerse noticias suyas.