Tiburón Sónico

El Tiburón Sónico era el nombre que recibía un cohete experimental diseñado por el ejército de los Estados Unidos, capaz de controlar y utilizar la energía cósmica. Dotado de cohetes que le proporcionaban velocidad superior a la del sonido, estaba dotado de sus propios sistemas de defensa que lo hacían resistente a las altas temperaturas o a poderosos impactos.

Sin embargo, la energía cósmica era difícil de encontrar en la Tierra por lo que las oportunidades de utilizar el Tiburón Cósmico para probarlo en combate escaseaban, pero finalmente llegó la oportunidad cuando el ex heraldo de Galactus, el ser conocido como Estela Plateada, harto de ver como los humanos se dejaban llevar por la maldad y la codicia, decidió que la única manera de salvar a la Tierra y evitar que la humanidad diera rienda a su salvajismo era darles un enemigo común.

Decidido a ser ese enemigo común que salvara la Tierra, Estela Plateada comenzó a recorrer el planeta en dirección a los Estados Unidos dirigéndose a Nueva York, sembrando el caos y la destrucción a su paso. Frente a él se alzaron los 4 Fantásticos que sin embargo fueron incapaces de detenerlo por lo cual el ejército decidió usar el Tiburón Cósmico contra el ser del espacio.

Los militares lanzaron el misil contra Estela Plateada el cual no se percató del ataque que estaba sufriendo pero si el cuarteto fantástico, que avisaron a Norrin del proyectil que se dirigía hacia él. Estela Plateada intentó huir de su atacante pero el Tiburón Sónico era capaz de igualar las velocidades alcanzadas por el ser cósmico y poco a poco iba ganando terreno, entonces la Antorcha Humana intentó derretirlo pero el recubrimiento del arma era lo suficientemente poderoso para soportar altas temperaturas de modo que Storm probó a sobrecalentar el motor, solo para descubrir que un potente escudo lo protegía.

El Tiburón Sónico comenzó poco a poco a absober la energía cósmica de Estela Plateada debilitándolo a cada instante de modo que pronto llegaría el momento que sería capaz de dañarlo al explotar, por fortuna, aparecieron Mister Fantástico y la Cosa a bordo de un Fantasticar y mientras Reed colocaba la nave en rumbo de colisión con el Tiburón Sónico, la Cosa lo golpeaba con todas sus fuerzas y aunque no logró dañarlo, si lo desvió en dirección a la estratosfera donde explotó sin causar daño.

No hay constancia que el ejército haya vuelto a recuperar el proyecto del Tiburón Sónico