Gimlet

Gimlet formaba parte de la facción de Maggia liderada por el Gran Jefe. Criminal despiadado, lo demuestra el hecho que cuando acudió a un restaurante para una reunión con su jefe, ordenó la ejecución del dueño ya que consideraba que había hablado demasiado sobre la reunión que iba a tener lugar.

Pese a ser lugarteniente del líder de la organización, Gimlet aspiraba a ocupar el puesto de su jefe, es por ello que cuando el Gran Jefe maquinó para hacerse con el Edificio Baxter, cuartel general de los 4 Fantásticos, comprando el edificio y a continuación ejerciendo la opción para echarles del edificio para quedarse con todos los inventos y material que hubiera en el lugar, Gimlet, que en un principio siguió los planes del Gran Jefe e incluso envió a los héroes la carta de deshaucio, decidió seguir su propia agenda y si bien siguió los planes de su jefe de ocupar el Edificio Baxter junto a un escuadrón de agentes de Maggia el cual lideraba, llegando a capturar a todos los miembros del grupo menos a la Chica Invisible, desobedeció las órdenes de su líder, que pretendía llevar a cabo la ocupación por medios legales lo que implicaba que no hubiera ninguna muerte, y encerró a sus prisioneros en cajas de cemento y los arrojó al río con la esperanza que murieran ahogados con la esperanza que cuando se supiera que había acabado con la vida de los héroes, le dieran el puesto del Gran Jefe.

Pensando que sus enemigos habían sido liquidados, Gimlet y sus hombres iniciaron la búsqueda por el Edificio Baxter de la única miembro del grupo todavía en libertad, la Chica Invisible, la cual demostró ser un hueso duro de roer pero finalmente cuando Gimlet le dijo que tenía a su hijo como rehén, se entregó.

Por fortuna, esto coincidió con el regreso del resto del grupo y aunque Gimlet intentó defenderse abriendo fuego contra sus enemigos, Sue lo encerró en un campo de fuerza y apunto estuvo de ser alcanzado por sus propias balas. Tras ser liberado, el agente de Maggia todavía pensaba que podía escapar, encañonando a los héroes con su arma pero entonces apareció a su espalda el nuevo conserje del edificio, portando un arma y abriendo fuego contra el criminal, con su último aliente, Gimlet reconoció en su asesino a la figura de su líder, el Gran Jefe, que estaba dispuesto a sacrificarlo por haber incumplido sus órdenes. Finalmente el Gran Jefe fue descubierto y sus planes abortados, pero nada de esto supo Gimlet que había muerto minutos antes.